Como comentábamos en nuestro último post, el desperdicio alimentario se ha convertido en uno de los grandes problemas a nivel planetario, en un momento en el que los recursos son cada vez más escasos, el planeta está a un nivel límite a nivel medio ambiental, y la población mundial continua en aumento.
Al margen de lo que hacen las empresas para reducir el despilfarro, cada uno en su casa puede hacer mucho también para reducir los alimentos que cada año se van a la basura, siguiendo estos sencillos consejos que te damos hoy con los que pondrás tu granito de arena para reducir las cifras de comida que se desperdician: porque un tercio de los alimentos producidos para el consumo humano se van a la basura.
- Planifica los menús semanales. Si planificas con antelación el menú de cada día, podrás hacer un listado de la compra ajustado, adquiriendo tan solo lo que necesitas, evitando la compra compulsiva.
- Revisa lo que tienes en casa antes de hacer la compra. Así evitarás tener demasiada comida en casa.
- Almacena de forma adecuada los alimentos, y respeta los consejos de conservación. Hay que estar atentos a las fechas de caducidad, colocando los alimentos más antiguos más a mano, dejando los nuevos al fondo de los armarios o de la nevera. Aquí, debe funcionar la regla del «Lo primero que entra es lo primero que sale».
- Diferencia entre la fecha de caducidad y la fecha de consumo preferente. La fecha de caducidad nos marca el momento en el que consumir el producto no es seguro. En cambio, la fecha de consumo preferente señala que el alimento es seguro, aunque haya perdido algo de calidad.
- Aprovecha el congelador. Si te sobra comida, o si cocinas en exceso, congela. Y así tendrás comida preparada para otro día. Eso sí, respeta el proceso de congelación/descongelación, y recuerda que hay alimentos como las patatas que no se congelan bien (si haces una crema de verduras y vas a congelarla, hazla sin patatas. Las patatas podrás añadirlas cuando descongeles la crema).
- Al escoger la fruta que vas a comerte, elige siempre la fruta más madura, y guarda las más ‘duritas’ para otro día.
- Ajusta las raciones. En ocasiones, cocinamos por ejemplo pasta para 6 aunque seamos en casa 3 o 4. Y normalmente, esa comida extra de más suele acabar en la basura (sobre todo, si está ya en el plato).
- Aprovecha los alimentos sobrantes para elaborar comida nueva. Si te sobra pollo asado, puedes preparar una ensalada con pollo, o preparar unas croquetas. Si te sobra verdura, puedes preparar una crema de verduras, y congelarla.
- Si sales a comer o a cenar en un restaurante, pide la comida ajustada al hambre para evitar que te sobre comida. Y si te sobra comida, puedes pedir que te la pongan para llevar. Hace unos años, era impensable hacer esto en España, pero realmente es muy habitual en países de nuestro entorno. Y ahora, tampoco está mal visto hacerlo en nuestro país.