Hace un tiempo os contábamos qué es la RSE y por qué es tan importante que las empresas adquieran el compromiso de convertirse en RSE para contribuir a conseguir una sociedad mejor, actuando a nivel medioambiental, desde el punto de vista de la sostenibilidad; económico, mediante la transparencia y la calidad; y finalmente comunitario, por ejemplo con una plantilla diversa en la que las personas con discapacidad también tengan su representación. Y es que, como bien sabemos en Diversis, más allá de los prejuicios, las personas con discapacidad mejoran la productividad de una empresa.
Para conseguir los objetivos propuestos como RSE, es necesario la elaboración de una memoria, en la que se sistematiza de forma pública cuáles son los criterios, compromisos y actividades de la empresa en el ámbito de Responsabilidad Social Empresarial en sus tres dimensiones: económico-financiera, social y medioambiental.
En la memoria RSE se mide, divulga y rinde cuentas de los resultados frente a los grupos de interés externos e internos con respecto al objetivo.
¿Qué se incluye en una memoria de RSE?
En una memoria RSE debe incluirse una descripción detallada de las relaciones de la empresa con aquellos colectivos con los que interacciona, como son los clientes, los accionistas, los empleados y los proveedores. Asimismo, debe explicar qué acciones está desarrollando para con la sociedad en la que está ubicada y los colectivos que la conforman.
En la memoria de sostenibilidad tiene que aparecer una imagen equilibrada de la empresa, es decir, aportando tanto las contribuciones positivas como las negativas. Aunque hay muchos sistemas para elaborar sistemas, lo fundamental es mostrar el compromiso de la compañía con los grupos de interés.
Este es el contenido que ha de incluir una memoria de RSE:
- Estrategia de la empresa y análisis general
- Datos de la empresa
- Gobierno, compromisos y grupos de interés
- Indicadores y resultados de gestión: económicos, medioambientales y sociales.