Desde hace unas semanas hemos abordado temas relativos a las personas con discapacidad y el empleo desde el punto de vista empresarial: por un lado, las ventajas y desafíos que supone para la empresa, y cómo debe ser la gestión de los discapacitados y por otro desde el punto de la capacidad productiva de una empresa y sus beneficios económicos, estratégicos y sociales, sabiendo cómo hay que tratar a los empleados con discapacidad.
Del post anterior dedujimos que la capacidad productiva de una empresa no solo no se ve afectada sino que mejora si sabe realizar una inserción laboral adecuada gracias a la labor de las unidades de apoyo, pero también a los candidatos llegados mediante el portal de empleo.
La inserción laboral de personas con discapacidad, un valor añadido
Pero hoy queremos seguir enfocando la discapacidad y el empleo desde otro lado del prisma, el del resto de trabajadores. La inserción laboral de las personas con discapacidad no solo se traduce en un activo de la empresa más, también les proporciona autonomía, confianza y desarrolla sus capacidades como persona, algo que también sucede con las personas sin discapacidad.
Y es que por increíble que parezca, hay personas que no se han relacionado con personas con discapacidad y que no tienen muy claro cómo hacerlo: con absoluta normalidad, respeto y tolerancia, exactamente igual que con cualquier otra persona. Que un puesto de trabajo o lineal esté compuesto por personas con discapacidad y sin discapacidad enriquece el ambiente, el espíritu de equipo, el compañerismo y hace que todos pongamos más de nuestra parte.
Pasamos un tercio de nuestra vida en nuestro trabajo, por lo que al margen de proporcionarnos el sustento, interacciones sociales y el desarrollo de nuestras habilidades profesionales, desempeñarlo en un ambiente diverso provoca efectos positivos en nosotros como personas, influyendo positivamente también en nuestra integración e interpretación de las necesidades de la sociedad.
Puede que este apartado no forme parte de la RSE, pero de manera indirecta, una empresa que cuenta en plantilla con personas con discapacidad hace colateralmente que todos sus trabajadores mejoren y se impliquen más.